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“No me arrepiento si se trata de placer”

zoom: miss bolivia

—¿Cuándo fuiste más feliz?
—Cuando sentí amor a flor de piel. Y cuando hago música.

 

—¿Cuál es tu mayor temor?
—El dolor de los que amo.

 

—¿Cuál es tu recuerdo más temprano?
—A los 2 ó 3 años, el olor a galletas recién horneadas de la vecina, que se llamaba Coca.

 

—¿Cuál es el rasgo que más deplorás de vos misma?
—La ansiedad.

 

—¿Qué rasgo deplorás en los otros?
—La avaricia, el teje, la especulación.

 

—¿Cuál fue la situación más vergonzosa que viviste?
—Sufro mucho de vergüenza ajena, casi todo el tiempo.

 

—Sin contar inmuebles ni rodados, ¿qué es lo más costoso que compraste en tu vida?
—Pasajes e instrumentos.

 

—¿Qué te deprime?
—Muchas cosas, especialmente la televisión.

 

—¿Qué es lo que más despreciás de tu apariencia?
—No desprecio nada de mi apariencia. Recuerdo una pasantía como psicóloga en un centro de trastornos para la alimentación, donde hacían a las pacientes, la misma pregunta bizarra.

 

—¿De quién o qué te disfrazarías para siempre?
—De gato.

 

—¿Cuál es tu hábito más desagradable?
—Fumar tabaco.

 

—¿Cuál es el placer del que más te arrepentís?
—No me arrepiento si se trata de placer. Eso lo veo orientado más bien hacia un sistema de pensamiento que tiene como eje la dinámica de culpa judeocristiana.

 

—¿Qué les debés a tus padres?
—La vida para empezar. Y luego todo. Especialmente a mi madre.

 

—¿A quién te gustaría pedirle perdón? ¿Por qué?
—Cada vez que sentí que debía hacerlo, lo hice. No guardo cuentas pendientes.

 

—¿Cómo se siente el amor?
—Como algo indescriptible en palabras. Es más bien energía, electricidad.

 

—¿Quién o qué es el amor de tu vida?
—La música.

 

—¿Cuál es tu aroma preferido?
—Canela.

 

—¿Alguna vez dijiste “te amo” sin sentirlo?
—Sí, a una exnovia.

 

—¿Cuál es la profesión que más despreciás?
—Oficinista.

 

—¿Cuál es el peor trabajo que tuviste?
—Oficinista.

 

—Si fuese cosa de una vez y para siempre, ¿a qué lugar y época viajarías?
—Cualquier lugar en el mar, no importa el tiempo.

 

—¿Cómo te relajás?
—Sola o con amigos, con música, yoga, un fasín, depende el día.

 

—¿Qué tan seguido tenés sexo?
—Tan seguido como me dé la gana.

 

—¿Cuál fue la vez que más cerca estuviste de la muerte?
—Un escape de gas en el año ‘94.

 

—¿Qué mejoraría la calidad de tu vida?
—Tener mi propio rancho y poder zafar de la esclavitud del alquiler. Y vivir en el mar.

 

—¿Cuál es la lección más relevante que te dio hasta ahora la vida?
—Que menos es más.

 

—Decinos un secreto.
—Un secreto.

 

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