

LA LUZ MALA DENTRO DE MÍ (MARIANO QUIRÓS, FACTOTUM EDICIONES)
¿Cómo escribir sin dejar de lado la esencia del lugar de pertenencia? Este interrogante inicial encuentra una respuesta en La luz mala dentro de mí, el último libro del chaqueño Mariano Quirós. A través de las relaciones familiares, Quirós entreteje personajes al borde del colapso nervioso. Relaciones disfuncionales, conflictos adolescentes y mitos rurales que conviven dentro de los nueve cuentos del libro. Ganador del primer premio Fondo Nacional de las Artes 2014 al Mejor Libro de Cuentos, distinguido por la Legislatura chaqueña y editado por Factotum en 2016, los relatos de Quirós dosifican e intercalan temáticas cotidianas con apariciones rurales en “Toda la luz mala” y “Lobisón de mi alma”. Se permite analizar las relaciones y los vínculos familiares en “Cazador de tapires” y “Un arma en la casa”; e incluso juega con los límites de la radio y la literatura en “La vida en el aire” y “Una paliza literaria”. No hay artificialidad en los cuentos, los personajes están permanentemente al límite. Circundados por la vida chaqueña y contenidos en ella, sus historias empujan y develan la línea que demarca la vida rural del agitado trajinar de la ciudad.
SUBSUELO (MARCELO LUJÁN, EDITORIAL REVÓLVER)
Quién no ha quedado maravillado de chico con un terrario. Un terrario especial, esos que, por tamaño, se podían clasificar en dos niveles: uno ficticio, el de arriba, con pequeñas estructuras de plástico que asemejan graneros, tractores a escala y hasta figura de granjeros de pocos centímetros; y abajo, el mundo real, el de las hormigas. Su movimiento cotidiano, sus túneles, su vida. Lo gratificante era poder ver el preciso momento en que ambos mundos se unían, producto de la salida de una hormiga al mundo ficcional del arriba. Todo eso ocurre con Subsuelo, la nueva novela de Marcelo Lujan. Ganadora del premio Dashiell Hammett 2016 en la XXIX Semana Negra de Gijón, Subsuelo juega en los bordes del género, se nutre de sus recursos, de su ambiente y lo hace sin la palpable necesidad de caer en lugares comunes. Escrita en un castellano español, como producto de los quince años que su autor ha pasado en el país ibérico, la obra del escritor oriundo de Mataderos le esquiva al policial poniendo en la centralidad de su relato las relaciones familiares. No necesita escenarios sórdidos, se sirve de una apacible parcela utilizada como lugar de descanso. Con esos recursos moldea una historia que no se puede parar de leer. Es en la dinámica que Lujan le da a su narrativa donde encontramos el lento paso de las hormigas saliendo a la realidad.
LAS ESTRELLAS FEDERALES (JUAN DIEGO INCARDONA, INTERZONA)
El Conurbano es un territorio con identidades y personajes comunes que comprenden una geografía propia. Juan Diego Incardona fue uno de los autores que mejor entendió que el Conurbano debía ser narrado sin amarras. Debía ser contado microscópicamente en todos y cada uno de sus recovecos, sin ánimos de totalidad. Con una fuerte impronta en las historias mínimas, de personajes verosímiles y leyendas propias. Las estrellas federales es el último volumen de una serie que se inició con El campito, Villa Celina y Rock Barrial. El autor narra la mutación de sus personajes, pero lo hace desde un elemento típico del barrio: el circo. Cualquier persona que ha vivido o vive en el conurbano lo ha visto. De tranco itinerante, el circo se inscribe en el ADN barrial. Sin embargo, ni la lluvia acida que corroe las estructuras abandonadas y daña los barrios post neoliberales, ni la mitología de sus personajes cierran como en sus primeras dos obras. No lo hacen porque se avecina la tormenta tan temida: el fin de una saga que supo narrar al peronismo de los noventa desde la estructura de sus unidades básicas. En la nostalgia que esta saga comienza a cerrar, desaparecen lentamente los personajes que aprendimos a amar, allá lejos y hace tiempo.
Nº de Edición: 1680