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¿Últimas funciones?.-

La suspensión hasta nuevo aviso de los contratos necesarios para generar nuevas obras en el Complejo Teatral Buenos Aires, decretada en junio por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, puso a los actores en alerta. Mientras los responsables de la secretaría cultural porteña cruzan denuncias y acusaciones con los miembros de la Asociación Argentina de Actores, los ciclos teatrales que permanecen en cartel finalizarán el mes próximo y la continuidad de las programaciones “se desconoce”, aseguraron desde la entidad.

Por Nicolás Sagaian

Buenos Aires, septiembre 2 (Agencia NAN-2009).- El telón puede caer en cualquier momento. No se sabe cuándo. Quizás en octubre o recién a principios del próximo año. De ahí la incertidumbre de los actores, vestuaristas, directores, iluminadores, escenógrafos y músicos de las obras que se presentan en el Complejo Teatral Buenos Aires –que incluye a los teatros San Martín, Alvear, Regio, De la Ribera y Sarmiento— debido a que, según los artistas, el gobierno porteño “no tiene un plan efectivo de cultura para el futuro más inmediato”. Es que el presupuesto y las partidas que estaban destinadas hacia ese sector están siendo fuertemente controladas y reducidas por el Ejecutivo, a cargo de Mauricio Macri. “Entonces, no hay una programación efectiva para fin de este año y todo el 2010”, denunciaron desde la Asociación Argentina de Actores, en diálogo con Agencia NAN. A esto se le suma el conocido conflicto del Teatro Colón, en proceso de restauración desde 2001, y el cierre hace dos meses del auditorio de “La Calle de los Títeres”, del Centro Cultural Sur.

El primero de los pasos que desencadenaron este nuevo traspié con la actividad cultural oficial lo dio Macri en junio, cuando firmó el decreto 493/09, que fue dado a conocer en el Boletín Oficial en agosto. Allí se afirmaba que se suspendía “durante el presente ejercicio presupuestario, toda nueva contratación bajo los regímenes de locación de obra y de servicios, debiendo extremarse la utilización de los recursos humanos y técnicos actualmente existentes”. Es decir que, con esa medida, los alrededor de 200 profesionales de los elencos de los teatros oficiales quedaban “paralizados”: no podían firmar sus contratos ni cobrar sus salarios. “Si bien con los innumerables reclamos del gremio los artistas lograron al menos la ‘promesa’ del ministro de Cultura, Hernán Lombardi, de que cobrarían sus sueldos y se sostendrían los contratos hasta fin de año iban a firmarse, la situación por el momento se mantiene”, comentó el prosecretario de comunicación de la asociación, Leonardo Nápoli.

¿Entonces el problema está solucionado? “Para nada. Sólo de forma superficial”, afirmaron desde el colectivo de actores. Porque aún a los trabajadores de las obras Marat Sade, cuyo elenco integra Malena Solda; Un hombre es un hombre, de la Banda de la Risa; Invenciones, con Marilú Marini; y Mi vida después, entre otras, “les deben dinero hace dos meses y medio. Para colmo, los contratos que ya tendrían que haber sido firmados para esta segunda parte del año recién se elevaron ahora, después de tres meses. Por lo tanto, todavía no hay nada firmado”, remarcó Nápoli. Y el conflicto se acrecienta aún más si se tiene en cuenta que los ciclos teatrales que comenzaron en julio finalizan en octubre y no vuelven hasta febrero. “Si desde el Gobierno aseguraron que ‘no se contratará a nadie más’, se desconoce qué pasará”, supuso Nápoli.

“Para mayor preocupación, algunas obras que se estrenaban durante este segundo cuatrimestre se pasaron para el año que viene. Varios ensayos de las obras con estreno 2010 están paralizados, y entre eso y la nada, nosotros quedamos en la misma situación”, se quejó el representante de Actores. De todas maneras, desde la cartera de Cultura aseguraron que “no se dejará sin trabajo” a los casi 200 trabajadores del Complejo Teatral y que la actividad de este segundo semestre “está garantizada”, aunque prefirieron no dar precisiones sobre las medidas a tomar en el año entrante.

Desde siempre, una gran cantidad de salas, independientes y oficiales, fueron subsidiadas por el Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, desde fines de 2008, el presupuesto destinado fue perdiendo terreno. Por ejemplo, en el área de Cultura los fondos destinados retrocedieron un 7,3 por ciento respecto al ejercicio anterior, uno de los golpes más duros, junto a la retracción de los fondos destinados a Desarrollo Social, que bajaron casi un 12,3 por ciento (200 millones de pesos). Esto, sumado al nuevo decreto de “ahorro” del Gobierno de la Ciudad, complicó mucho más la situación de los teatros pese a las promesas del ministro de Cultura.

“Es evidente que el Gobierno maneja la ciudad como si fuese una empresa. Se recortaron mucho las partidas de cultura en general y, si nosotros no le ponemos el pecho, corremos el riego de quedarnos sin lugar de reconocimiento”, afirmó el reconocido actor y director Edward Nutkiewicz en una charla con Agencia NAN. Y sostuvo: “Creo que están derivando fondos para otro lado, cosa que nunca ocurrió. Si no, no se entiende por qué todas las organizaciones artísticas se quejan del proyecto de cultura, que, evidentemente, no refleja las necesidades de los artistas”. Casos hay de sobra: basta con comentar brevemente el “cercenamiento total y el abandono” del auditorio de La Calle de los Títeres del Centro Cultural Sur, donde actores, titiriteros y el público de niños “están trabajando a la intemperie, porque el espacio hace dos meses que está cerrado”.

Son casi 100 elencos que nuclean a más de 300 trabajadores que, además de abastecer con sus títeres a toda la ciudad, trabajaban de la mano con Red Solidaria, en los hospitales Garrahan, Ricardo Gutiérrez y Pedro Elizalde. Hoy “las actividades están muy complicadas”, aseguran. “Muchos compañeros están trabajando gratis, de todas maneras, se siguen dando obras en escuelas también, pero ya no se puede hacer con la misma frecuencia. Al punto que muchas actividades están paralizadas”, señaló Leonardo Nápoli.

Para paliar esa situación, desde el Gobierno les habían “prometido 400 mil pesos de ajuste”, para saldar sueldos y abastecer los proyectos. Pero tras el decreto, ese ajuste se disolvió y los 100 elencos se quedaron sólo con 76 mil pesos anuales, que reciben hace 10 años pese a los cambios de contexto económico, político y social. Dinero que finalmente dejó de llegar, al igual que las explicaciones de los funcionarios. A saber, desde el 9 de junio pasado sólo recibieron una “promesa de elevar un reclamo” de parte de “un funcionario”, según los integrantes del Centro Cultural Sur.

Como se fue de viaje, Lombardi dejó a cargo de la situación al director general de Promoción Cultural, Baltazar Jaramillo, y la pelota sigue pasando de mano. Los reclamos impulsan promesas, pero las incógnitas sobre el proyecto de cultura ya se acumulan en pilas. Los actores del Complejo Teatral de Buenos Aires no saben dónde podrán expresar su arte el próximo año, aunque siguen camino y “esperando que de una vez por todas, verdaderamente, se ponga en marcha un efectivo proyecto cultural que beneficie a todos los artistas”. Como debiera ser.