/Archivo

Libros: “Truchas” (Larisa Kejval, 2009).-

Una investigación comunicacional y sociológica sobre las estrategias y vínculos que caracterizan a las emisoras comunitarias, alternativas y populares del país desde el ejemplo de siete medios.

Por Esteban Vera

Buenos Aires, julio 18 (Agencia NAN-2009).- Truchas (Prometeo Libros) es una investigación sobre los proyectos políticos y culturales de las radios comunitarias, alternativas y populares (CAP), en base a un análisis comunicacional y sociológico de las estrategias y vínculos que las caracterizan. A su vez, aborda el surgimiento de estas emisoras desde una perspectiva histórica, con el propósito de describir e interpretar las prácticas y discursos que constituyeron la emergencia de estas experiencias. Del universo de frecuencias “truchas”, Larisa Kejval seleccionó a FM Alas (El Bolsón, Río Negro), FM Bajo Flores (Villa 1-11-14), FM De La Calle (Bahía Blanca, Buenos Aires), FM En Tránsito (Castelar, Buenos Aires), FM Sur (Villa El Libertador, Córdoba), Radio Revés (Córdoba) y LT 22 Radio La Colifata (Ciudad de Buenos Aires). ¿Y La Tribu, el emblema más potente y significativo de las radios comunitarias y alternativas? La investigadora, que integra ese medio alternativo, explica que no la incluyó en su recorte del objeto de estudio, porque la emisora publicó en 2000 un libro con su historia y, además, por su cercanía profesional y afectiva con el colectivo que este año celebra 20 en el aire.

El libro precisa que las radios comunitarias, alternativas y populares irrumpieron en América latina a finales de los 40s con un sesgo alfabetizador o insurgente, impulsadas por organizaciones como la Iglesia, mientras que en Argentina aparecieron una vez finalizada la última dictadura militar. Kejval aventura que el ingreso de la frecuencia modulada abarató los costos de instalar una radio con un equipo muy rudimentario, además de destacar que los movimientos populares basaron hasta ese momento sus estrategias comunicaciones en la prensa gráfica. Y no olvida las limitaciones de la Ley de Radiodifusión 22.285, sancionada por los dictadores, que no permitía la adjudicación de nuevas licencias ni la cesión del espacio radioeléctrico a organizaciones sin fines de lucro (asociaciones civiles, mutuales, fundaciones). Por esto, las “sin licencia” fueron llamadas “truchas”. En la actualidad se está discutiendo un proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, impulsado por el Gobierno nacional, que destina el 33 por ciento de las frecuencias previstas para cada localidad a radios de este tipo, y además, promueve la regularización de los medios comunitarios.

Entre otros (muchos) datos, la investigadora señala que en los 80s la mayoría de las radios CPA “nacieron en el marco de las organizaciones que existían previamente”, como ocurrió con la bahiense FM de la Calle, financiada por el Partido Comunista. Así se convirtieron en “espacios de expresión de ‘viejos’ protagonistas de aquellas organizaciones que hasta entonces no tenían acceso a los medios de comunicación: estudiantes, vecinas y vecinos, jóvenes, periodistas sin micrófono, internos de un neuropsiquiátrico”. Precisamente, éste fue el fin original que tuvieron. Con el correr los años se fue modificando y, ya en los 90s, se propusieron “resistir y confrontar no sólo un modelo comunicacional, sino también de sociedad”.

La publicación describe las tensiones generadas en el interior de las radios: si financiarse con publicidad, si buscar ayuda económica en las entidades de cooperación internacional, si articularse con el Estado o con partidos políticos con los mismos valores ideológicos. Sin embargo, “con el paso del tiempo todas las emisoras decidieron vender y emitir publicidad como forma de sostenimiento económico”, apunta el libro.

Pero, ¿qué es una radio comunitaria, alternativa y popular? Kejval, licenciada en Ciencias de la Comunicación, señala que no hay definición consensuada. De esta manera, aventura su significado apoyándose en varias de sus cualidades, entre ellas, la más importante, la de ser un medio de comunicación contrahegemónico. Asimismo, la autora ensaya varias reflexiones para problematizar a estas emisoras. Así, repasa los conceptos de “contrainformación”, “crítica de la información oficial”, “construcción de la agenda propia”, “comunicación ciudadana” y “desarrollo de una tarea formativa”, entre otros.

La investigación que respalda Truchas fue llevada a cabo entre 2003 y 2004 y se basó en entrevistas a integrantes de las emisoras y a académicos, la recopilación de bibliografía preexistente y el análisis del trabajo de campo.