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La “escuela de la resistencia”.-

La Secretaría de Cultura de Avellaneda pretende que el Instituto de Arte Cinematográfico, de donde egresaron Juan José Campanella, Lucrecia Martel y Jorge Nisco, sea absorbido por la recién creada universidad nacional de ese municipio. Alumnos y profesores reniegan de la operación: las posibilidades educativas que brinda la pedagogía del terciario se verían suplantadas por una lógica de licenciatura, acaso menos útil para satisfacer las inquietudes de estos cineastas de hoy y mañana.

Por Nicolás Sagaian
Fotografía gentileza del IDAC

Buenos Aires, junio 23 (Agencia NAN-2010).- El drama que protagoniza el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC) aún no posee un desenlace previsible. Pero, entre medio de tanto suspenso, alumnos y profesores pretenden evitar un final fatal: el cierre. Por eso desde hace tiempo se encuentran en estado de alerta y asamblea permanente, ante la posible implementación de una medida masticada por la Secretaría de Cultura municipal que buscará absorber a la escuela “por cuestiones presupuestarias” para que forme parte de la recién creada universidad nacional del distrito, que comenzará a funcionar en marzo de 2011. Al menos hasta ahora, como materialización de esa política “no se abrirá la inscripción del IDAC para el próximo año”, como lo confirmó el rector del instituto, Raúl Tosso. Con esto, los alumnos tendrán que elegir entre terminar sus estudios o hacer una complementación y pasarse a la flamante carrera de Producción de Medios Audiovisuales de la facultad. Como está a la vista, no pretenden cambiar su forma de aprendizaje, sino todo lo contrario; aspiran a defender su histórica filosofía.

No por nada el IDAC fue reconocido como la “escuela de la resistencia”. Cuna de profesionales cinematográficos durante 40 años, el instituto soportó todos los vendavales, inclusive el de la última dictadura militar. Así, siempre se caracterizó por mantener una reconocida línea de enseñanza, directamente volcada hacia la práctica fílmica y a la formación íntegra de realizadores, con las que echaron sus cimientos Juan José Campanela, Lucrecia Martel y Jorge Nisco, entre otros. Aunque ahora, producto de algunas cuestiones burocráticas, gran parte de ese estilo podría cambiar. “De concretarse la transformación, Buenos Aires perdería un centro de formación cultural totalmente irrecuperable, a causa de simples cuestiones políticas, que más o menos, terminarán desvirtuando un diseño curricular bien armado para desembocar en una enseñanza teórica y masiva”, señaló la profesora Natacha Mell en diálogo con Agencia NAN.

Si bien la información corrió en los últimos días, la situación comenzó a gestarse cuando la Cámara de Diputados bonaerense aprobó la creación de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNAV). Tras casi un año de tratamiento y un polémico paso por Senadores, se avaló la concreción de la Casa de Altos Estudios, cuya oferta educativa estará orientada hacia las áreas de cultura, arte, deporte, producción y ambiente. Según remarcó a esta agencia el rector organizador de la Universidad, Jorge Calzoni, “la idea es poner en marcha al menos una carrera de cada uno de estos departamentos con un plazo límite ubicado en marzo de 2011”. Pero hasta ahora no hay más que meras intensiones, porque el municipio sólo concretó la compra de únicamente un inmueble, ubicado en las calles Paso de la Patria y Entre Ríos, mientras que todavía no diseñó totalmente un plan de desarrollo y normalización tanto para la contratación de profesores como para cada una de las doce carreras que se pretenden brindar.

Entonces, “como un plan sistemático” (no acabado), la Secretaría de Cultura de Avellaneda tiene pensado “integrar” a varios de los institutos educativos de la zona para ir moldeando la primera etapa de configuración de la infraestructura de la universidad y la normalización de la puesta en marcha de claustros a partir de un trabajo que tardará en asentarse aproximadamente seis años. “Ahora estamos en un período de coordinación que no se ve, pero es muy útil de cara a lo que se viene”, resaltó casi excusándose el titular de ese área, Antonio Hugo Caruso. En tal sentido, el funcionario admitió que por el momento existen algunas “cuestiones que no están definidas”, pero según prevé el gobierno comandado por Jorge Ferraresi recién “para octubre de 2011” podría aventurarse “un crecimiento sólido” de la casa de altos estudios hasta que cada una de las facultades se haya consolidado.

Sin dar demasiadas vueltas, el panorama no parecería tan tranquilo como el que pintan a nivel municipal. “El pase de manos la UNAV no aporta equipamiento y ni siquiera organiza un plan de estudios de cero, adueñándose y arruinando por completo el del IDAC, según dicen, por motivos económicos y presupuestarios”, afirma Guillermo Fernández Morán, actual titular de la materia sobre guión. Lo único que prometieron fue una “reubicación” directa de todos los profesores, con el mismo sueldo pero no con la misma tarea. La filosofía de la educación artística cambiará: de una enseñanza personalizada y con un fuerte acento en la creación y producción se pasará a una licenciatura con forma más teórica y general. “¿A esto llaman oferta innovadora, excelencia académica, universidad inclusiva?”, se preguntó el docente.

Los alumnos pretenden defender el Instituto que eligieron casualmente por no ser universitario y por enseñar de la manera en la que se enseña. “Todos los realizadores que pasan por el IDAC aprenden a hacer cine con recursos escasos o nulos, casi de forma autogestiva; terminan haciendo un carro de traveling con un changuito de supermercado”, explicó Mell.

Bajo una misma consigna, el uso de los equipos y materiales es completamente gratuito, ya sea para todo tipo de trabajos en horarios de clase o extracurriculares. La cooperadora sólo cobra 30 pesos por mes a quién pueda pagarlo. Por eso, más allá de la precariedad del edificio en donde tienen que estudiar –antes ocupado por la Escuela de Música Popular de Avellaneda– el clima es “muy ameno” entre todos los que hacen posible el desarrollo de la escuela terciaria que, según coinciden alumnos y profesores, tiene el alma de “una gran familia”.

Por todo esto y mucho más, todos aseguran al unísono que ante la posibilidad de una modificación del IDAC “la carrera no mejorará, se achicará”. Puntualmente porque quienes buscaron ingresar a este tipo de enseñanza cinematográfica lo hicieron por la práctica intensa y a partir de la “diferencia” que les aportaba el instituto de arte en relación a otras ofertas universitarias ya existentes. A saber, en la zona existen profesionalizaciones específicas en Diseño de Imagen y Sonido en la UBA y la Licenciatura en Audiovisión de la Universidad de Lanús. También un poco más lejos está en la Universidad del Cine (FUC) y en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, donde se brindan especializaciones en guión, dirección y fotografía, pero no en el área de realización cinematográfica como propone puntualmente la escuela de Avellaneda.

En ese sentido, los estudiantes no están en contra de la UNAV; de ninguna manera. “La apoyamos. Pero creemos que pueden coexistir ambas instituciones, como ya hay otras características en esta rama. Es más, nos gustaría que pudiéramos, luego de tener la tecnicatura del IDAC, quizá hacer una licenciatura en otro lado. Pero al parecer esta opción no es viable para la municipalidad. Esto nos mantiene preocupados”, comentó Fernández Morán antes de remarcar que “el gobierno comunal debería encontrar nuevos planes”, sin perjudicar parte de cualquier patrimonio artístico, cultural y educativo.