
«No hay ninguna duda de que si hay alguien en el Municipio que quiere que el bar continúe funcionando es este intendente», dijo Julio Garro, máxima autoridad de la Ciudad de La Plata, al ser consultado por las reiteradas clausuras del mítico bar Pura Vida. Pero esta afirmación recién se transformó en hechos concretos una vez que los músicos, el público y los dueños del antro platense se movilizaron a las calles y se manifestaron en redes sociales.
Es suficiente con repasar lo sucedido en el último tiempo para notar algo de cinismo en las declaraciones de Garro: a casi siete meses de que éste se ubique a la cabeza de la intendencia de La Plata, los dueños de Pura Vida sufrieron seis clausuras. La primera de ellas se dio el pasado 24 de marzo, durante la conmemoración del golpe cívico-militar de 1976. El bar festejaba su cumpleaños y en paralelo realizaba actividades por la memoria. Desde ese momento hasta la semana pasada, la Dirección de Nocturnidad, dependiente de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano del municipio, encargada de validar las habilitaciones de bares y boliches, fue implacable: clausuró Pura Vida casi tantas veces como sus dueños intentaron abrir. Mientras tanto, reuniones infructuosas con funcionarios de rango medio, idas y vueltas de papeles y gestiones interminables agotaron la energía de quienes manejan el bar. El tiempo pasaba, entregaban la documentación requerida pero Nocturnidad los clausuraba y los números empezaban a apretar. “Debíamos dos meses de alquiler, nos daban la alternativa de abrir como bar y que no toquen bandas, pero nosotros no funcionamos de esa manera. Desde que iniciamos esto hace 8 años siempre abrimos con bandas, no queremos ser un bar que vende cerveza, queremos ser un bar cultural. Como no aceptaban eso decidimos anunciar el cierre”, reconoce Diego Cabanas, dueño y fundador de Pura Vida.
La semana pasada, el intendente Julio Garro y el Secretario de Cultura y Educación del municipio, Gustavo Silva, se reunieron con Cabanas y le reconocieron que no se había manejado bien la situación desde la Subsecretaría de Control Ciudadano, por lo que a partir de ahora el diálogo iba a ser directo con área de Cultura. En los próximos días, Cabanas recibirá un certificado oficial que le permitirá abrir el bar sin temor a una clausura arbitraria. Pura Vida sigue.

En esa reunión también se habló del amparo presentado por los vecinos de distintas zonas de la Ciudad de la Plata ante la Corte Suprema de Justicia Bonaerense. En él se obligaba al municipio a inspeccionar locales nocturnos que, presuntamente, generan contaminación sonora; entre ellos estaba Pura Vida. Desde Control Ciudadano tomaron una decisión tan práctica como brutal: clausurar sin miramientos. “Primero empezaron por los centros culturales, pero no pudieron con ellos, porque había una ordenanza que se aprobó el año pasado para que los centros culturales trabajen en un marco legal especial. Después siguieron clausurando bares, por lo que algunos tuvieron que cerrar. Vinieron por nosotros, pero ofrecimos resistencia y bastante aguante”, cuenta Cabanas, quien entiende que el tema no se trató con seriedad de parte de Control Ciudadano. En la reunión, el intendente también se refirió a la posibilidad de relocalizar el lugar, ante las quejas de los vecinos. Respecto a quienes presentaron el amparo, Cabanas señala: “Nunca tuvimos una mesa de diálogo con los vecinos. En el amparo se habla de contaminación sonora, pero puntualmente no sabemos cuáles son las quejas”.
Desde que empezó a peligrar la continuidad de Pura Vida, tanto el público, como los artistas que pasaron por su escenario expresaron su apoyo para que el lugar siga funcionando, al mismo tiempo que repudiaron la política cultural del municipio. Una política que, en paralelo a cerrar bares culturales, promociona la edición bonaerense de “Ciudad Emergente”, un festival que se realiza todos los años en la Ciudad de Buenos Aires, en el que participan verdaderos artistas emergentes junto con otros tantos promocionados como tales por las grandes discográficas.
El accionar de los artistas, que permitió, junto con otros factores, que el municipio cambie su postura y Pura Vida pueda seguir funcionando, tiene como motivo principal el espacio que este lugar le da a la cultura independiente: “Nosotros siempre defendimos nuestro trabajo y los artistas su lugar. Han sido muchos años de trabajar en conjunto. Nuestro espacio le brinda el 100% de la recaudación de la puerta a los artistas. Además el sonido no se cobra. También tenemos una radio de difusión de 24 horas de música independiente. Hay talleres de teatro, audiovisuales, se proyectan cortos, se lee poesía. En estos ocho años defendimos la cultura independiente como nadie”, cuenta, orgulloso, Diego Cabanas.

LOS MÚSICOS Y LA IMPORTANCIA DE PURA VIDA
Santiago Barrionuevo, cantante de Él Mató a un Policía Motorizado:
“En paralelo a que se anunciara el cierre de Pura Vida se promocionaba una edición del Ciudad Emergente, que se hace todos los años en Capital, y ahora se iba a hacer en Provincia, en el Estadio Único. Muy choto lo que estaba sucediendo. Era cambiar la verdadera cultura emergente hecha por la gente por un festival realizado por el Estado, que no está mal en sí, pero no representa un verdadero espacio para lo que es la cultura emergente y autogestionada. Sucede una vez por año y está copada por artistas que ya tienen su recorrido, como Illya Kuryaki, Estelares, que no son emergentes. Esa contraposición de ideas de lo que es la cultura generaba una bronca total: que te cierren tu lugar y que por otro parte anuncien esto otro era demasiado. Nos juntamos con varias bandas, con los (The) Hojas Secas, los (107) Faunos, para organizar un contra-festival el mismo día de Ciudad Emergente, a la misma hora, en la puerta de Pura Vida, gratis, para mostrar nuestra postura y dar un mensaje por ese lado. Lo que pasó fue que se enteraron de esto y se sacudió un poco la cosa. Por otro lado, los medios también tomaron el rebote y en las redes sociales se hablaba de Garro y de lo que pasaba en Pura Vida. Todo eso llevó a que se revierta la situación y el intendente dijera que se comprometía a que todo salga bien. Esperemos que así sea, porque Pura Vida es un lugar muy importante para la ciudad, un lugar muy extraño, único en Argentina. Tiene la particularidad de darle la recaudación entera en puerta para los músicos, cuando el el mejor arreglo que podés llegar a hacer en otros espacios sea un 70% para las bandas, un 30% para el lugar. Además es un lugar al que uno sabe que va ir a ver bandas nuevas, música nueva».
Shaman Herrera:
“Creo que más que importante para mi carrera, es un lugar importante para la contracultura independiente y autogestiva. Personalmente he pasado grandes momentos de éxtasis musical en ese lugar. He cantado y tocado en varios proyectos diferentes. Con algunos tocamos con el bar abarrotado de gente y en otras ocasiones tocamos para 5 personas. Siempre el trato con el lugar y la atención que recibimos fue la misma, excelente, fraternal y agradecida. Pero lo que más importa de Pura es la oportunidad que ofrecen a muchas bandas nuevas para que puedan mostrar su arte sin tener que sudar la gota gorda viendo si llegan o no a cubrir el gasto del flete. Perder Pura Vida hubiera significado un retroceso en la actividad contra-cultural: dejaría sentado un precedente para que otros espacios que también sufren persecución de parte del Estado sean clausurados, y un montón de artistas se quedarán sin un hogar para su música”.
Ramiro Sagasti, cantante de Pérez:
“Para nosotros es el lugar más significativo. Creo que la mayor parte de nuestro público en la ciudad nos descubrió en Pura. Es el lugar en el que mejor nos sentimos. Sin dudas. No queremos ni pensar en perder a Pura Vida. Eso se notó con las manifestaciones espontáneas de toda la comunidad cultural, que se levantó para defender el espacio. Recibió apoyo de bandas de todo el país y también de afuera. Lo que pasa en Pura es que realmente todos los que trabajan allí aman lo que hacen. Ese amor, ese entusiasmo, se transmite y envuelve todo. Hace que tanto los artistas como el público se sientan bien. Además, no conocí ningún bar en el que se respete y se quiera tanto a los músicos. Allí, no sólo podemos desarrollar nuestra música, sino que además podemos ganarnos la vida como músicos. ¡Arriba Pura Vida!”.