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Detrás del ruido, de Pedro Mancini

 

DETRÁS DEL RUIDO (PEDRO MANCINI)

Quizá el mayor acierto de la nueva novela gráfica de Pedro Mancini editada por Hotel de las ideas sea su accesibilidad a un público más amplio del que cabría suponer a priori. Detrás del ruido es una especie de biografía que reimagina una porción de la infancia de un personaje recurrente en el universo ficcional de Mancini: el mítico y polémico escritor estadounidense William Burroughs. Lejos de la típica obra que juega a contentar a los fans a puro fanservice, Detrás del ruido es un libro arriesgado y original, una historieta con una imaginería visual tan potente que puede agradar al neófito pero también emocionar al seguidor más fanático del escritor.

 

Tanto la estética como la narrativa de Pedro son herramientas ideales para retratar el mundo interior de un joven Burroughs que atraviesa una infancia especial para luego convertirse en ese autor experimental, subversivo, y excesivo reconocido en el mundo entero.

 

Al igual que solía hacerlo el escritor en sus textos, Mancini juega con los distintos niveles de la narración, prescinde muchas veces de los diálogos para contar solo con imágenes y evitar la sobre explicación, salta de lo clásico a lo onírico-pesadillesco, de lo surreal a la psicodelia visual, pero también deja lugar para momentos emotivos y de reflexión, pequeñas historias cotidianas salpicadas de fantasía infantil y sutiles metamensajes.
Con este libro Pedro planta bandera como uno de los mejores historietistas de la actualidad, y de paso rinde homenaje a unos de sus ídolos de la mano de Hotel de las ideas.

 

 

OJO ELÉCTRICO / PSICOCANDY-PAINT IT BLACK (CONNELY-BRONDO/CANESSA- BARBERA)

Las editoriales Rabdomante (Rosario) y Atmósfera (Córdoba), unieron fuerzas para darle vida a una línea de historietas agrupadas bajo el nombre de Ojo Eléctrico. Se trata de un universo en viñetas que reunirá a diferentes mundos creados por los artistas participantes, cruzando a sus personajes en sucesivas historias con un fuerte anclaje en la ciencia ficción y muchas referencias al mundo del rock.

 

Sin ir más lejos, los primeros dos tomos se llaman Psicocandy –en referencia al mítico álbum debut de los escoceses The Jesus and Mary Chain– y el segundo lleva por nombre Paint it black -¿hace falta aclarar de donde proviene el nombre?- Lo cierto es que hasta ahora, con tan solo dos libros publicados, no se puede decir demasiado sobre este flamante cosmos llamado Ojo Eléctrico, pero sí podemos hablar de los dos primeros volúmenes publicados hasta la fecha.

 

Psicocandy, escrito por Connelly y dibujado por Brondo, es una interesante y original historia de ciencia ficción donde universos paralelos se abren a partir del sexo grupal y la influencia de drogas diseño, en un contexto de luchas contra corporaciones malditas y científicos locos con nombres de estrellas de rock e intenciones malignas,  protagonizado por dos mujeres bellas y fuertes acompañadas por una especie de oso perezoso drogadicto y sexópata.

 

Lamentablemente el nivel baja un poco con Paint it black, de Canessa y Barbera. No es que la historia sea mala; tiene un ritmo frenético, es narrativa y estéticamente correcta, el misterio que propone es sugestivo, pero la acumulación de lugares comunes –e incluso clichés- hace que se pierda un poco el interés por la lectura. Paint it black tiene como protagonista a un antihéroe tal vez un poco gastado, el típico violento que sale por las noches a cazar delincuentes matándolos de las formas más excesivas que se le ocurre a su violento ingenio, un veterano de guerra con la mente perturbada (¿alguien dijo Punisher?) vestido de negro y con vendas en las manos cual boxeador, como homenaje a Ted Grant/Wildcat, héroe de la Justice Society of America –incluso en las primeras páginas una testigo lo describe como a un hombre gato-, una historia que provoca la sensación de “esto ya lo leí, y más de una vez”, sin ninguna propuesta que rompa el molde y salga de lo típico.

 

 

A pesar de esto Ojo eléctrico es un proyecto ambicioso y por demás interesante. Es para celebrar que un grupo de historietistas argentinos se la juegue y lleven adelante una obra arriesgada y única como esta en nuestro país. Sin dudas habrá que seguir los pasos de este nuevo universo fantástico sobrado de potencial y talento.

 

 

 

EL POZO (LAURI FERNANDÉZ)

Lauri Fernández nos cuenta una clásica historia de pueblo chico-infierno grande en un formato fuera de lo común: un libro que contiene el mismo relato en versión historieta y también nouvelle, editado por la siempre novedosa Maten al mensajero.

 

El pozo es un policial sin misterio, un relato protagonizado por tres adolescentes con un trasfondo trágico que amaga con irse al terreno de lo fantástico pero con el correr de las viñetas decanta en una historia terrenal y realista. De entrada se ponen las cartas sobre la mesa: un niño desaparece, un grupo de amigos involucrados peleándole al miedo entre secretos y pesadillas, y una familia golpeada por la pérdida y las habladurías de pueblo. Lauri nos muestra cómo crece la angustia entre los jóvenes protagonistas y la forma en la que tienen que madurar de golpe para enfrentar el destino y la pérdida.

 

El pozo es un coming-of-age algo oscuro y siniestro a pesar de su abundancia de colores, y tiene un inicio que se asemeja de forma curiosa a la nueva gran serie alemana Dark, aunque El pozo se publicó unos meses antes (así que Netflix…poniendo estaba la gansa). Incluye un lindo prólogo de Leonardo Oyola –que es casi un minicuento- y otro de Hernán Martignone.

 

 

 

DEUZ TECNICORP (KUNDO KRUNCH)

 

Las drogas de diseño -y sus efectos- es uno de los tópicos más explorados en la ciencia ficción, puntualmente en ese subgénero moderno conocido como cyberpunk.

 

Las drogas, las corporaciones que las diseñan y los humanos que experimentan con ellas.

 

De eso trata la historieta de Kundo Krunch Deuz Tecnicorp: una droga –el RX Prot- que te “permite saltar del edificio más alto de la ciudad y al otro día poder sentirse tan fresco como una lechuga orgánica”, una empresa multinacional -Deuz Tecnicorp- que diseña el “medicamento”, una ayudante terapéutica enamorada de su paciente, un ex soldado con problemas psicológicos que usa el RX Prot para paliar sus dolencias físicas y mentales, y toda la locura a la que puede llevar el uso excesivo de las drogas, la burocracia fría y cruel de las corporaciones, el ojo del gran hermano que todo lo vigila y un futuro que –casi-nadie quiere pero que a esta altura parece inevitable, o al menos eso es lo que cuentan todas las ficciones científicas pesimistas y distópicas.

 

Deuz Tecnicorp es una historieta breve, narrada de forma meticulosa y con una estética que te sumerge desde la primera página en ese futuro cuasi distópico: el color azul predomina en los recuerdos del pasado cercano y frío, y el amarillo baña ese presente abúlico y deprimente, tal vez porque como dijo alguna vez dijo Antonin Artaud “el amarillo es el color de la descomposición y la decadencia”. Editan Mitomante y Faro negro como parte del colectivo editorial Prendefuego.

 

pulpa@lanan.com.ar

 

Nº de Edición: 1811