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“Lo que molesta es la estética FM”

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Bestia Bebé elude también la ética de empresa discográfica con líricas y riffs tan pegajosos como antojadizos. Amigos, fútbol, videojuegos: indie barrial y popular. Fotografía: Natalia Berninzoni

Por Nahuel Gomez

Había algo que Tom Quintans tenía pendiente. Una inquietud que no podía expresar por completo detrás la batería de Go-Neko! Disfrutaba (y aún lo hace) de las poderosas composiciones instrumentales de su banda de space rock, pero una parte de él pedía otra cosa. Es que llevaba en sus oídos la más maravillosa música: ésa que se encuentra en las canciones, en los estribillos pegajosos, en los himnos radiales. Es por eso que en 2009 creó su proyecto personal, Tom & La Bestia Bebé, y editó el disco Fin de semana de muertes, como un anticipo de lo que, entre idas y venidas, terminaría consolidándose en 2011 como Bestia Bebé.

Al comienzo, Tom se puso al frente en voz, guitarra y teclados, así como en la mayoría de las composiciones. Luego lo acompañó un puñado de amigos: “Chicho” Guisolfi en bajo, “El Polaco” Ocorso en batería y “El Topo” Topino en guitarra. En junio de 2012, esta formación sacó Bonitas páginas, un EP adelanto de lo que exactamente un año después sería su disco debut en formato físico, Bestia Bebé. La primera criatura de esta bestia del indie vino llena de melodías encantadoras y letras contagiosas, canciones que hablan del amor (“Sabés!”), amistad (“Lo quiero mucho a ese muchacho” o “Patrullas del terror”), fútbol (“El uruguayo”) y cine hollywoodense (“El gran Balboa”).

—Desde la estética del disco y sobre todo en las letras se refleja una faceta barrial que no se suele ver seguido en el indie. ¿Por qué creen que este género no habla tanto del barrio?
Tom Quintans: —Las letras las escribo como me salen. Hay una idea del indie un poco careta. Está bien, todos los géneros tienen su estereotipo, pero es una mierda reproducirlos. La otra vez fuimos con Go-Neko! a tocar al Primavera Sound (uno de los festivales indie más importantes del mundo, que se realiza anualmente en Catalunya, España) y ahí son todos personajes indies como tienen que ser. Ves a uno que no es así y es un respiro. Igual, no es que esté mal. Nosotros somos esto. Escucho ciertas bandas, hago ciertas cosas y vivo de cierta manera que hace que las cosas me salgan así.
Chicho Guisolfi: —El problema es que hay algunos que compran el paquete indie completo. Que buscan conscientemente ser eso.

—¿Por qué el rock barrial se asocia con otros sonidos, entonces?
T. Q.: —Lo barrial es sinónimo de lo popular. La música que tocamos no es popular, pero porque no llega. El indie además tiene esa cosa de que “si ahora se escucha la banda que escucho, no me gusta más”, y es una boludez. Si me viene a ver un indie o cualquier otro tipo de persona me da lo mismo.

—¿Por qué triunfa un sonido y no otro?
T. Q.: —Tenés un rock calamarizado, lo venden las discográficas. Agarran una banda cualquiera, la meten en una máquina y sale Calamaro. Es el sonido Pop Art. Escuchás la radio y suena eso. Entonces vas a hacer una banda y es lo único que tenés como influencia.

—¿Esa llegada también tiene que ver con el formato canción?
T. Q.: —El hit es fácil. Es algo que llega rápido. Me gustan las canciones que te generan algo. Recién estábamos escuchando un compilado de Los Ramones lleno de canciones de amor que son buenísimas. Pero hay que ver cómo están producidas. El otro día mientras escuchaba un tema del último disco de Attaque 77 discutía con unos amigos: por ahí tal canción está buena, pero como tiene esa cosa de producción de discográfica, de sonido FM, de Santaolalla, termina siendo una mierda.

—¿No se llevan bien con lo que está muy producido?
T. Q.: —Hay bandas súper producidas que están buenas. Lo que molesta es la estética FM.

–Han tocado con El Mató A Un Policía Motorizado y 107 Faunos. ¿Sirve empezar con el apoyo de bandas con más tranco?
T. Q.: –Está bueno, pero también te encierra en ese mundillo. Igual es de lo más cercano a nuestro sonido. Tocar con una banda de reggae no sería bueno para la fecha, pero estaría bueno que todo crezca igual. 

“Hay un rock calamarizado, lo venden las discográficas. Agarran una banda, la meten en una máquina y sale Calamaro. Es el sonido Pop Art. Escuchás la radio y suena eso. Entonces vas a hacer una banda y es lo único que tenés como influencia.” Tom Quintans

—¿Las bandas grandes, las consagradas por la industria, pierden terreno en Internet?
T. Q.: —Internet le da más posibilidades a todo el mundo. Está bueno que existan bandas grandes, el problema es que exista un monopolio. No estoy en contra de Calamaro o Tan Biónica, pero que exista lo otro también. No estamos en contra de las discográficas, pero queremos que no sean esos monstruos que se comen a todos y escupen a los que no son ellos.

En días en los que el disco es más un fetiche que un dispositivo de almacenamiento en uso, los Bestia Bebé apostaron a editarlo con una estética pensada para coleccionistas. La gráfica acompaña y nutre el espíritu barrial de la banda: en la tapas y en el interior se muestran imágenes de un curioso y simpático equipo de fútbol, integrado por jugadores amateurs (una escena algo exagerada pero que se condice con los picaditos que se juegan en los potreros ubicados detrás del Hospital Garrahan, donde se tomaron las fotos). El equipo, homónimo de la banda, ya tiene su propio álbum de figuritas, que los propios músicos reparten en sus shows.

—¿Por qué el álbum y las figuritas?
T. Q.: —Se fue dando. Primero fueron las fotos con el equipo para la tapa del disco y después surgió todo lo demás. Pero no es que hago un disco, saco las figuritas y cobro 100 pesos la entrada. El Indio Solari saca un disco y le pone un libro de mil páginas para venderlo a 200 pesos. Está bueno ponerlo barato para que todos los puedan tener, porque el libro le chupa un huevo a la gente en realidad. Las figuritas son un detalle, las regalamos de hecho.

—¿Compran discos?
C. G.: —Cuando era chico me encantaba, tenía un montón de discos. Me gustaba tenerlos apilados, los miraba. Pero ahora ni los compro, ni siquiera los bajo, directamente los escucho online.
Polaco Ocorso: –Me gusta tenerlos como objetos, no para escucharlos. Quizás como un reconocimiento a la banda.
T. Q.: Si no editás el disco en formato físico, no existís para algunos. Está instalado así, sobre todo en lo que es prensa. Nosotros lo hacemos porque está bueno tenerlo en la mano.